La tarde cae a sus anchas
el ventilador hace lo suyo
el silencio es una caricia
el aroma
lo traen los caracoles
que van y regresan
a capricho de las olas
meteoritos infinitos
llenos de gracia
fosiles testigos
fosiles callados
cargados
de todas las sustancias
Desde aqui se alcanza a ver
lo que se cree.
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1 comentario:
este poema tenoch, me remite a un lugar obscuro con olor a mar ,una luna eterna con luz lobrega incandecente.....muy lindo..
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