domingo, 4 de noviembre de 2007

Caracol...

La tarde cae a sus anchas
el ventilador hace lo suyo
el silencio es una caricia
el aroma
lo traen los caracoles
que van y regresan
a capricho de las olas
meteoritos infinitos
llenos de gracia
fosiles testigos
fosiles callados
cargados
de todas las sustancias
Desde aqui se alcanza a ver
lo que se cree.

1 comentario:

Unknown dijo...

este poema tenoch, me remite a un lugar obscuro con olor a mar ,una luna eterna con luz lobrega incandecente.....muy lindo..